NOCHE PLURAL
No se puede decir la noche
verdad plural perdida en la unidad
(una insuficiencia del idioma)
Da igual: el monstruo nos contiene a todos y se mira como uno
Parado frente a cualquier espejo en cualquier parte de la noche
creyéndose totalidad ignora los trillones invisibles
También duerme
y también deja de ser
y su rutina es al revés
Y vive jugando con nosotros a las escondidas
y al amor desesperado que se retuerce como gusano entre las sábanas
y a la ruleta rusa en un sótano que de día parece un cementerio
Pero su juego favorito
es el de hacer de una cosa
momentáneamente otra
Hay infinitas noches
Las más bellas se creen los últimos grano del reloj de arena
o el rayo verde de un atardecer
en la oscuridad se reduce la diferencia entre las cosas
Desaparecen así como un matera que cae y se revienta
Los fragmentos ya no sirven para nada
y no hay donde contener la tierra regada por el piso de la sala
Hay infinitas noches
Fuegos y cuerpos
bajo el cielo rojo
escapando
Hombres parados detrás de esquinas
sin que nadie sepa que ahí están
esperando
Amantes cierran ojos prescindiendo de sus lastres
buscando desesperados el rescate
intentan a la fuerza deshacerse del esfuerzo
Niñas que oyen crujir madera fría
imaginan
y rezan aunque nunca recen
Puentes (que también son techos y al caer el sol se vuelven amarillos)
protegen existencias marginales
de las lluvias que se estrellan contra ellos
Ideas brillan y se agotan entre el humo (como el humo)
mañana irreconocibles
como sueños recién retomada la vigilia
Personas desnudas no hablan mientras intentan fusionar los cuerpos
Maldicen a la madrugada
Por borrar la noche y el rastro de otra piel en la piel propia
Vigilantes drogadictos acabados conductores de buses y de taxis
Músicos melómanos y cerrajeros
Policías hampones y manifestantes gente ingenua pisando algún charco podrido de la noche
Seres que no dejan de vivir en este hermoso infierno
La noche está hecha de nosotros
Gab
Fric